Festival de la Biodiversidad en la selva amazónica, viaje gastronómico por el Perú

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La amazonia es gastronómicamente vegetariana. No olvidemos que constituye de hecho la mitad de la selva tropical (rain forest) que hoy queda en el planeta.
A pesar de la extensa y vistosa variedad de aves y peces, (Pedro Miguel Schiaffino habla de 400 especies de rió comestibles). Nada interesante hemos probado del reino animal en este crucero gastronómico, asesorado por el chef Schiaffino, utilizado casi el 100% de ingredientes producto de la zona, hemos comido francamente variado y bien.

Como es sabido ninguno de los 5 grandes mamíferos africanos esta presente en América. Según libros, existen en la selva profunda algunos ejemplares de Jaguar acompañados de otros felinos menores..
Lógicamente el festival gastronómico vivido a bordo se ha centrado en productos vegetales. Hemos degustado frutas, bayas i plantas exóticas no presentes en los mercados europeos. Productos ricos en nutrientes y llenos de sabor.
La total carencia de infraestructuras para un transporte adecuado hace inviable la llegada en condiciones de estos productos a nuestros mercados.

¿Enumerar vegetales?

Hemos adquirido semillas de ajis, presentes en cualquier región y mercado. Intentaremos ponerlos en manos de alguno de los amigos restauradores con habilidad técnica y experiencia adecuadas para, aclimatarlos en sus huertos, y así enriquecer nuestra paleta de ingredientes de alto valor gastronómico.

Camino de Machupicchu la gran ocasión (nueva para mí en el reino animal) la hemos encontrado en la sierra andina. El cuy, un curioso y exquisito roedor, muy parecido al cobaia, se come entero horneado, es de ración como un “gratapalle”.
El corte que la organización ha elegido para la mayor parte de los menús ha sido delicado, femenino, ligeramente “semi seco”, con estos dos vocablos intento definir esta extraña especie de presuntos  gastrónomos muy interesada en fotografiar y fotografiarse con los platos y si posible con el chef, ignoro con que intención, para luego ni tocarlos, devolviéndolos íntegros a la cocina alegando o no cualquier pretexto.
En esta situación los que pensamos que un menú gourmet no es una sesión fotográfica de platillos bien presentados nos vemos obligados a esperar pacientemente el final de la sesión fotográfica antes de probar bocado.

Por estas razones hemos  degustado el cuy adecuadamente disfrazado para prevenir posibles rechazos por parte de comensales de gusto más clásico o no dispuestos a arriesgarse con nuevas experiencias gastronomitas.
Los platos a base de cuy han sido tres, patita macerada, deshilachado sobre causa, canelones. El sabor es realmente marcado.

En el llamado “Valle Sagrado” (Urubamba) hemos degustado reiteradamente tartar de trucha y diversos carpachos de llama y trucha salvaje.
Afortunadamente, a diferencia de lo que es habitual en nuestras latitudes, el % cuantitativo del aderezo vegetal, manifiestamente dominado por el cilantro, en estos platillos es superior al proteico, por lo que los riesgos de intoxicación quedan atenuados dada la profusión de cilantro, zumo de lima y hiervas diversas. La elección de platos crudos quizás haya sido una imprudencia a la vista de los precarios medios higiénicos de alguna de las cocinas visitadas. Casi ningún componente del grupo se ha librado del “Fortasec” o Diarefín”.

De vuelta a casa, hemos podido de revisar extraordinarias preparaciones crudas de pescado en casa de algún chef amigo (C. Gaig, R. Fornell), puedo asegurarles que aquí si reluce el superior sabor del pescado mediterráneo. El exagerado dominio del cilantro en el recetario peruano, lo consideran aceptable por sus cualidades, en el contexto andino, pero lo rechazan de plano para sus recetas en nuestro país, considerando que desmerece la calidad de nuestro producto.

Los peruanos presumen que los Incas inventaron la ingeniería genética. Afirman haber creado 4000 variantes de la patata. En Lima hay un verdadero boom de la gastronomía. Los chefs son conocidos y venerados, posiblemente más allá de lo justificable. Hemos estado en casa de los más valorados Chefs. (3 de los 4 primeros) El mejor menú degustación en el mejor restaurante no cuesta mas de 100 soles, unos 30 €. La gastronomía en Perú se ha convertido en blasón nacional. A pesar de  mis reparos, es evidente que comemos mejor y más barato en Lima que en Buenos Aires o Santiago de Chile.

Conclusión.
Mi opinión (gastronomía – Perú) es incompleta porqué el criterio de la organización ha sido visitar exclusivamente restaurantes de cocina peruana, que es la que pretenden promocionar. Omitiendo los dos mejores del país, el numero uno por ser un “japo” y “La Gloria”  por ser de corte italiano. La clave la tenemos en La Mar de Gastón Acurio, que no se dignó a pasar a saludarnos, a pesar de la insistencia de la representante de la organización. Si hubiera tenido la ocasión de preguntarle, podría confirmarles la verosimilitud del bulo, compartido por una importante dama de la gastronomía, clave en el estudio de mesas exóticas,  afirmando que Acurio es promocionado con fondos directamente aportados por el estado peruano como parte de una campaña de promoción del país.

Perú promociona su turismo apoyándose en el presuntuoso slogan: “No country has food like Peru”.

Para aquellos que quieran averiguar por si mismos si la cocina peruana
Es un “boom” o un “bluf” les recomiendo que organicen el viaje directamente por su cuenta. Las agencias multiplican los precios de forma brutal ya que realmente sus costes son increíblemente bajos. No hay mas que comprar un ejemplar de la guía peruana Summum del corriente año.

No me atrevo a condicionarlos con mi opinión personal pero, dejémonos de esnobismos,  al pan y al vino. Después de dos semanas de esta seudo gastronomía pretenciosa el cilantro empieza a salirme por las orejas.”

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